Setas Ecológicas Ver más grande

Seta de Cardo Ecológicas

7,59 € impuestos incl.

7,59 € por bandeja/s

V0102

Nuevo

Bandeja 500 g.

Ideales para hacer pareja con arroces y pastas.


Mejor momento de consumo en otoño pero disponibles todo el año

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Verduras Ecológicas

Con el permiso de los gnomos y duendes, desde siempre, los hongos y las setas han fascinado al ser humano, así lo demuestran las innumerables ilustraciones en los cuentos de hadas, los han mostrado muy coloridos, y asociados muchas veces a misteriosos personajes como brujas o gnomos en hermosos bosques de cuento.

Las setas son cuerpos fructíferos, de un conjunto de hongos pluricelulares que incluye muchas especies. Suelen crecer en la humedad que les proporciona la sombra de los árboles (pinos, encinas, abedules ect.)  pero también en cualquier ambiente húmedo y con poca luz (al no producir clorofila, no la necesitan).

Las setas u hongos, como alimentos para la especie humana, se remontan a la prehistoria. Los egipcios, por ejemplo, ya utilizaban los hongos para ayudar a la fermentación del pan y la cerveza. Los griegos, los romanos, todas estas culturas han aprovechado las magníficas cualidades de las setas en la vida cotidiana, ya sea directamente como alimentos, como elementos transformadores de los mismos (levaduras), como cura de enfermedades, e incluso se han aprovechado como sustancias alucinógenas.

Pero, sin lugar a dudas, y después de varios siglos en los que pasaron más desapercibidas, la mayor expansión alimentaria de las setas y hongos se ha producido en los últimos cincuenta años a partir de la cual se han dado a conocer muchísimas variedades de setas comestibles, destacando entre ellas, por ejemplo: los champiñones, la lepiota procera, el rebozuelo o girola, el hongo negro o brocead ( boletus aereus), los níscalos (Lactarius deliciosos), gorro verde o seta de cura (Russula virescens), setas de cardo (Pleurotus eryngii), setas de chopo (Agrocybe Aegerita, oronja o setas de los césares (Amanita caesarea), setas de San Jorge o Perrechicos. (Calocybe gambosa.), las trufas, etc…

En los últimos años se ha despertado también una fiebre por la micología y por salir al campo a buscarlas. Como quiera que hay en nuestro país al menos 3 variedades altamente tóxicas es recomendable que salvo que se sepan diferenciar bien se adquieran en establecimientos que garanticen su idoneidad para el consumo. Hay ya escritos romanos donde se establecieron normas para distinguir los hongos comestibles de los venenosos.

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Algunos de los beneficios que nos aportan son:

Tienen alto contenido de agua y bajo aporte calórico por lo que son muy recomendables para todas aquellas personas que quieran bajar algo de peso o comer más sano.

Si por algo destacan las setas es por su alto poder contra los efectos del paso del tiempo. Variedades como la shiitake, la reishi o los champiñones contienen gran cantidad de antioxidantes (polifenoles, flavonoides, vitamina C.…) y minerales, que ayudan a la oxigenación celular, la producción de colágeno, combaten los radicales libres y promueven la longevidad.

Las setas aumentan la producción de citoquinas, unas células que ayudan a combatir las infecciones. También contienen polisacáridos y vitaminas. como la C, compuestos fundamentales para un buen funcionamiento del sistema inmune y las defensas naturales del organismo. 

Las setas tienen un bajo índice glucémico y se digieren con lentitud, por lo que no afectan significativamente al nivel de azúcar en sangre ni generan picos de insulina. Por ello, son alimentos muy recomendables para personas que sufran de diabetes.

Favorecen la absorción de calcio y fósforo, lo que contribuye a la mineralización de huesos y dientes.

LASAÑA DE SETAS

Tiempo:          45 minutos
Dificultad:       Media

Ingredientes:

  • 1 paquete de láminas de pasta para lasaña
  • 1 manojo de espárragos verdes
  • 250 gr. de setas variadas
  • 600 ml. de salsa bechamel
  • Queso rallado
  • ½ cebolla
  • Perejil
  • Aceite de oliva (AOVE)
  • Sal
  • Pimienta negra molida

Elaboración:

  • Cocéis las láminas de pasta en agua hirviendo con sal, introduciéndolas con cuidado de una en una para que no se peguen.
  • Picáis la cebolla muy finita, limpiáis los espárragos, quitándoles la parte dura, y troceándolos y cortáis en láminas las setas. Podéis también añadir al relleno unas gambas para darle un sabor diferente al plato.
  • En una cazuela con un poco de aceite de oliva sofreís la cebolla y, cuando esté pochadita, añadís los espárragos y las setas.
  • Salpimentáis al gusto, ponemos un poco de perejil picado y cocinamos, a fuego lento, durante 10 minutos.
  • En una fuente de horno, ponéis un poco de bechamel en la base, encima colocamos unas láminas de lasaña, cubrimos con parte del relleno de espárragos y setas y volvemos a repetir todas las capas hasta completar la bandeja.
  • Espolvoreáis con queso rallado y gratinamos en el horno a 220ºC durante 5 minutos, hasta conseguir un tono dorado en la capa superior de nuestra lasaña.
  •  ¡ Que aproveche!

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