Cebolla Morada Ecológica Ver más grande

Cebolla Morada Ecológica

2,58 € impuestos incl.

1,29 € por Por 500 grs.

V0092

Nuevo

Ideales para: Ensalada sencilla.

Mejor momento de consumo: Mejor de julio a octubre.

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Verduras Ecológicas
Calidad Extra
Calibre Aproximado 40-90mm
Unidades Aproximadas por 1kg 6-7
Peso Aproximado de la Unidad 120-150g

La cebolla morada o roja es una cebolla tardía, bulbo de gran tamaño y de forma redondeada globosa. Su piel externa tipo papel, suele ser más o menos roja o morada. Su carne puede ser morada y blanquecina . Dependiendo de la variedad, más suave y dulce

Aunque las cebollas moradas puedan ser ásperas y picantes, son ideales para incluir en crudo en muchas recetas por su gran brillo y su textura crujiente, además de resultar muy bonita estéticamente. Se encuentran todo el año, pero en verano y principios de otoño es cuando tienen un sabor más suave ya que su acidez se intensifica a lo largo del invierno. A la hora de comprar hay que buscar cebollas firmes y duras, que pesen más de lo que aparentan. Para la conservación se pueden seguir los mismos consejos que para las cebollas amarillas, basta con almacenarlas en un lugar oscuro, fresco y seco.

La cebolla morada es ideal para usarla en crudo para platos como el tartar de atún, el ceviche o sobre tacos, perritos calientes, pizzas, etc. Una deliciosa ensalada con tomates cherries y pimientos no os dejará indiferentes, la mermelada de cebolla morada es una delicia para usar en una hamburguesa o comerla sobre tortitas.

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Algunos de los beneficios que nos aportan las cebollas son:

Cardiosaludable. Debido a sus componentes azufrados previene la formación de trombos, así como el colesterol y los triglicéridos altos.

Diurética. Por su riqueza en potasio y escaso sodio, resulta diurética y ayuda en casos de edemas, hipertensión y piernas pesadas.

Digestiva. Previene la fermentación intestinal, la presencia de parásitos y hongos, y el estreñimiento. Alivia las digestiones pesadas y la flatulencia con hipoclorhidria, pero hay que ser cauto si se suele sufrir acidez.

Antioxidante. Contiene quercitina, un flavonoide de propiedades antiinflamatorias, antialérgicas y protectoras frente al cáncer.

Antidiabética. Gracias a su riqueza en cromo, que forma parte del llamado FTG (factor de tolerancia a la glucosa), y también a la glucoquinina, que estimula el páncreas, ayuda a reducir el nivel de azúcar en la sangre en las personas diabéticas.

Antiséptica. Las propiedades antisépticas y mucolíticas de los componentes azufrados, junto con la acción antiinflamatoria de la quercitina, la hacen eficaz frente a problemas respiratorios como resfriados, bronquitis y asma. Es un conocido remedio popular frente a la tos dejar una cebolla cortada por la mitad en la mesilla de noche.

POLLO CON SALSA ESPECIAL DE MOSTAZA 

Tiempo:          30 minutos
Dificultad:       Media

Ingredientes:

  •          4 pechugas fileteadas de pollo (también se puede hacer con pavo)
  •          1/2 cebolla morada
  •          1 diente de ajo
  •          120 g de cerveza
  •          20 g de salsa de soja
  •          10 g de mostaza antigua
  •          20 g de miel
  •          Cilantro fresco (o perejil)
  •          Aceite de oliva virgen extra
  •          Pimienta negra
  •          Sal

Elaboración:

  • Salpimentáis las pechugas de pollo por los dos lados y las hacéis a la plancha a fuego vivo, dorándolas por fuera y dejándolas jugosas por dentro, un punto menos de lo que las hacéis normalmente.
  • Mientras se hace el pollo, peláis la cebolla y la cortáis en juliana, peláis el ajo y lo cortáis en láminas.
  • Ponéis en un bol la cerveza, la salsa de soja, la mostaza y la miel, mezcláis bien.
  • Retiráis el pollo de la sartén y añadís un poco de aceite de oliva virgen extra si es necesario, incorporáis la cebolla y el ajo
  • Cocináis a fuego medio, moviendo de vez en cuando, hasta que se ablanden.
  • Añadís a continuación la salsa del bol, una pizca de sal, pimienta y unas hojas de cilantro, y lleváis a ebullición, después bajáis el fuego para que reduzca.
  • Cuando la salsa esté casi en su punto (la probáis por si es necesario rectificar), como un almíbar, reincorporáis el pollo y dejáis un minuto por cada lado para que se empape y coja temperatura.
  • Servid la pechuga de pollo con la salsa. Termina con unas hojas de cilantro fresco y a comer.
  • ¡Buen provecho!

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